Un "líder virtual" debe ser capaz de motivar y apoyar a su equipo, pero también debe reconocer y resolver posibles conflictos. El reto principal es reconocer el estado emocional de los empleados, incluso si no los tiene cara a cara. Esta no es la única razón por la que debería ser sensible a las necesidades de los empleados, siempre debe expresarse de manera crítica pero de una manera responsable, objetiva, constructiva y transparente.
Un líder en la distancia debe definir las metas de forma muy clara, estructurar tareas de manera transparente y transmitirlo de manera comprensible. Ante todo, y sin embargo, debe transmitir el sentimiento de “nosotros“ y tener confianza en los miembros, así como valorar su independencia en el trabajo.
Con el objetivo de asegurar una cooperación transparente, incluso sin la presencia física, el equipamiento técnico, tiene un rol decisivo. Una conexión a internet estable, un buen PC o portátil, una cámara razonablemente buena y unos cascos profesionales, son tan importantes como el software de desarrollo del proyecto que este llevando a cabo, la comunicación es pieza fundamental. Las herramientas de videoconferencia de las que disponemos, con función de compartir contenido, chats de grupo, planificación de proyecto, herramientas de anotación, agendado y almacenamiento de data, permiten que el trabajo en equipo sea posible de manera satisfactoria.